Artroscopia De Hombro

El manguito de los rotadores es un complejo sistema tendinoso que se inserta en la superficie de la cabeza del húmero. Permite lograr una amplia y variada gama de movimientos del hombro para llevar a la mano al lugar deseado.
Sus lesiones más frecuentes son las degenerativas y pueden afectar a la totalidad del manguito o a alguno de sus tendones.
Aunque cuando se lesiona no es necesaria una reparación quirúrgica en todos los casos, cuando se plantea esta posibilidad, valoramos una serie de factores que nos llevan a decidir en este sentido:
Edad y actividad del/de la paciente
Importancia de la retracción tendinosa (el tendón se comporta como un resorte cuando se rompe)
Grado de infiltración grasa de la musculatura
Presencia de signos degenerativos en la superficie articular gleno-humeral y acromio-humeral
La cirugía consiste en suturar o reinsertar los tendones lesionados mediante artroscopia. El periodo de rehabilitación tanto pre como post-operatorio puede ser prolongado.

A partir de un traumatismo indirecto sobre el hombro y tras producirse un rotura de alguno de sus ligamentos, la  cabeza del húmero puede perder su relación anatómica respecto a la superficie articular glenoidea. En este caso, hablamos de luxación aguda del hombro. Cuando esta situación se repite en dos o más ocasiones, recibe el nombre de luxación recidivante. En los casos relacionados con síndromes de hiperlaxitud articular o cuadros psiquiátricos determinados, se denominan luxaciones habituales.

La luxación más habitual es la antero-inferior, aunque según el mecanismo de acción, existen otras direcciones posibles (posterior, multidireccional,…).

Puesto que es una patología que afecta a personas jóvenes y activas, el tratamiento ideal es el artroscópico por su menor agresividad, por la posibilidad de diagnosticar de visu y tratar La lesiones observadas y por la recuperación post-operatoria mejor y más precoz.

La articulación acromio-clavicular se encuentra en el “techo” del hombro. Cuando se afecta por artrosis (sobre todo en personas activas entre 50 y 60 años) se manifiesta con dolor y una deformidad palpable en la parte superior del hombro. Su diagnóstico es clínico-radiológico.

El tratamiento inicial suele ser medicamentoso y rehabilitador; si éste no es efectivo, plantemos infiltraciones con anestésico-antiinflamatorio, dejando la cirugía para los casos resistentes a ambos. La cirugía puede ser abierta (extirpación de 1 a 1,5 cm. externos de la clavícula) aunque la técnica artroscópica presenta ventajas sobre la primera (accedemos a esta pequeña articulación y extirpamos las carillas articulares acromial y clavicular).

Al igual que en la articulación gleno-humeral, cuando tras un traumatismo los ligamentos que unen el acromion con la clavícula se lesionan suficientemente, se produce una luxación acromio-clavicular.

Su manifestación clínica más habitual es la deformidad visible que aumenta al coger peso con la mano del mismo lado y el “signo de la tecla” (al apretar el extremo externo de la clavícula esta desciende, ascendiendo de nuevo cuando soltamos).

En la población general, es una situación que se tolera muy bien sin operar. Cuando motivado por el grado de actividad o el nivel y modalidad deportivos del paciente, decidimos hacer una indicación quirúrgica, disponemos de ingeniosos sistemas para solucionar el problema utilizando la artroscopia.

El manguito de los rotadores, situado en el plano entre el acromion y la cabeza del húmero, puede verse comprimido por la bursa subacromio-deltoidea inflamada, por un acromion acabado en punta (acromion tipo 3) o por un osteofito (crecimiento óseo inferior a consecuencia de la artrosis acromio-clavicular). La erosión crónica que ello provoca sobre las superficies tendinosas, provocan este síndrome de pinzamiento tan frecuente en el hombro.

Cuando los tratamientos conservadores no son efectivos, la cirugía artroscópica adquiere protagonismo. Así, mediante terminales artroscópicos especiales (sinoviotomos o fresas para resección ósea), extirpamos la bursa subacromio-deltoidea y resecamos la parte más anterior del acromion.