Traumatología de codo

El codo es la articulación formada por las superficies articulares del húmero distal, el cúbito proximal, y la cabeza del radio. Se trata de una articulación compleja, que cuenta con potentes ligamentos y músculos que le proporcionan estabilidad.

Además, numerosas estructuras vasculonerviosas (arterias, nervios, venas) atraviesan la articulación del codo para dirigirse a la mano.

Su función es la de alejar y acercar la mano del cuerpo, mediante movimientos de flexión, extensión, pronación y supinación.

El codo del tenista (epicondilitis lateral) es una inflamación y sobrecarga de los tendones del codo, generalmente por movimientos repetitivos de la muñeca y el brazo, y que produce dolor y pérdida de fuerza al paciente.

A pesar de su nombre, los deportistas no son los únicos que desarrollan el codo del tenista. También aparece en trabajadores manuales como pintores, limpiadores, carpinteros, peluqueros, carniceros….

La epicondilitis produce dolor la parte lateral del codo donde los tendones del antebrazo se unen al hueso. El dolor también se puede propagar hacia el antebrazo y la muñeca. Algunos gestos como dar la mano, coger un objeto, girar el pomo de la puerta, usar el ratón del ordenador, servir aguar o café pueden ser dolorosos.

El codo de tenista muchas veces mejora por sí solo, con reposo y antiinflamatorios.

El tratamiento es inicialmente rehabilitador, con ejercicios para estirar y fortalecer gradualmente los músculos de los antebrazos. Los ejercicios excéntricos, donde bajas tu muñeca muy lentamente luego de subirla ayudada con la otra mano, son particularmente útiles. Una cincha en el codo puede ser útil. Y dormir con el codo estirado mejora el dolor de los pacientes.

Una siguiente fase serían las infiltraciones con corticoides o factores de crecimiento plaquetario, que pueden ser útiles en algunos pacientes.

Finalemente, si los síntomas no mejoran después de 6 a 12 meses de un tratamiento no quirúrgico, puede estar indicada la cirugía para extirpar el tejido dañado, quitar la parte degenerada del tendón y estimularlo para que cicatrice nuevamente.

Realizamos esta cirugía de forma artroscópica. La artroscopia de codo aporta muchas ventajas:
-nos permite ver todo el codo por dentro y valorar si existen otras lesiones y tratarlas
-nos permite tratar la epicondilitis
-es una cirugía mínimamente invasiva con menor inflamación y dolor para el paciente
-es una cirugía sin ingreso
-permite una recuperación más rápida después de la cirugía.

La epitrocleitis o codo del golfista es una patología muy parecida a la epicondilitis, pero en este caso la inflamación y sobre carga es de los tendones del antebrazo que se unen a la parte interna del codo.

Es mucho menos frecuente que la epicondilitis. El tratamiento es parecido al de la epicondilitis, empezando con un tratamiento rehabilitador, infiltraciones en una segunda fase y cirugía en última instancia.

Es importante diferenciar la epitrocleitis de la neuropatía del nervio cubital. En la cara interna del codo, justo detrás de donde los tendones de la epitrocleítis se unen al hueso, tenemos el nervio cubital, que si está atrapado a ese nivel, produce dolor que irradia hacia el 5º dedo y adormecimiento del 4º y 5º dedo. Para diferenciar ambas enfermedades es importante una buena exploración clínica y en ocasiones alguna prueba diagnóstica como una electromiografía, que nos informa de la función del nervio cubital.

El codo es una articulación que tiene unos potentes ligamentos a ambos lados que permiten que la articulación sea estable y funcione correctamente. Hay un ligamento lateral y un ligamento medial. Cualquiera de los dos se puede lesionar como consecuencia de un traumatismo importante (un accidente deportivo con una luxación de codo, por ejemplo). Pero también se pueden producir lesiones por microtraumatismos por sobreuso, como vemos en deportistas lanzadores o jugadores de pelota.

El paciente tendrá dolor con ciertos gestos, pérdida de fuerza y sensación de fallo en el codo; y pueden haber chasquidos, crujidos, subluxaciones. Todo esto hace que el paciente no pueda realizar su actividad deportiva o laboral.

Es fundamental una exploración clínica minuciosa, y estudiar los antecedentes del paciente para el diagnóstico. Además solemos solicitar una Resonancia Magnética Nuclear y en ocasiones también un TAC tridimensional.

Cuando la inestabilidad de codo se produce por una distensión, rotura o fallo de cualquiera de los ligamentos del codo, existe la posibilidad de devolver la estabilidad al codo con un tratamiento quirúrgico. Lo que hacemos es reconstruir los ligamentos del codo que no “funcionan”, y para eso usamos un tendón del propio paciente; generalmente el semitendinoso (el mismo tendón que se utiliza en la cirugía de ligamento cruzado anterior). Anclamos este tendón en unos túneles óseos,  en la posición anatómica de los ligamentos orginales. Usamos una técnica que no utiliza tornillos para fijar este nuevo ligamento, evitando así los riesgos de los tornillos y aumentando el contacto el hueso con el ligamento, lo que favorece su cicatrización. Tras la intervención, el paciente debe mantener reposo unas 3 semanas para permitir la cicatrización de los ligamentos y posteriormente una rehabilitación progresiva hasta conseguir una recuperación que le permita volver a su actividad deportiva o laboral habitual.

La limitación de la movilidad del codo puede ser muy invalidante en el día a día del paciente. Puede impedir o dificultar actividades como peinarse, aborcharse el botón de la camisa, conducir o montar en bicicleta.

La rigidez de codo puede ser consecuencia de una artrosis, es decir un desgaste que se va produciendo con el paso de los años, y que es más frecuente en trabajadores de esfuerzo o ciertos deportistas (como judokas u otras artes marciales). También puede aparecer la rigidez de codo tras fracturas de codo, que se hayan operado o no.

Durante mucho tiempo se ha asumido la rigidez de codo como una consecuencia de las fracturas o de la artrosis, y el paciente ha tenido que asumirla.

Hoy en día podemos ofrecerle a muchos pacientes con rigidez de codo la posibilidad de una intervención quirúrgica para mejorar su rango de movilidad, función y dolor del codo. La técnica se llama artrolisis de codo y la realizamos de forma artroscópica, con lo cual la recuperación del paciente es más rápida.

No siempre se puede recuperar la movilidad completa del codo, pero en la mayoría de los pacientes que se someten a esta cirugía, conseguimos una mejora en la movilidad y dolor del codo.

En cada caso, tras estudiar al paciente, los antecedentes y las pruebas de imagen, podemos esperar una evolución y recuperación de la movilidad.

Tras la cirugía, el paciente deberá realizar una rehabilitación que mantenga la movilidad alcanzada en la cirugía.

Tenemos amplia experiencia con la artroscopia de codo en el tratamiento de la rigidez y dolor de codo sea cual sea su causa, mejorando la movilidad y función del codo del paciente, aumentando su calidad de vida.

Como ya se ha comentado las fracturas de codo dejarán secuelas sea cuál sea el tratamiento que se haya realizado, y el paciente ha de saberlo y asumirlo.

Pero, es cierto que en muchos de estos casos podemos mejorar la calidad de vida del paciente, disminuyendo el dolor y mejorando la movilidad del codo, haciendo que las secuelas sean menores.

Son casos muy complejos que requieren un estudio detallado en la consulta, conociendo los antecedentes, los síntomas, la ocupación y las expectativas del paciente. Completaremos el estudio con pruebas de imagen (casi siempre con TAC tridimensional) y decidiremos el tratamiento más adecuado con el paciente. Este tratamiento puede ir desde una artroscopia para liberación de adherencias y restos de hueso que causen dolor y rigidez, hasta la colocación de una prótesis de codo.

Tenemos amplia experiencia con la artroscopia de codo en el tratamiento de la rigidez y dolor de codo por secuelas de fractura, mejorando la movilidad y función del codo del paciente, aumentando su calidad de vida.

La prótesis de codo es una cirugía complicada, porque el codo está compuesto de varias partes móviles que se equilibran unas con otras con mucha precisión para controlar los movimientos del antebrazo. Es una cirugía que se realiza en pocas ocasiones, por lo que no todos los traumatólogos tiene experiencia.

El codo puede lesionarse por problemas que van desde la artritis reumatoide hasta fracturas traumáticas. En algunos casos, la lesión se puede reparar con cirugía. Pero si la lesión es muy grande, puede estar indicada la colocación de una prótesis de codo. El dolor es la causa más frecuente por la que colocamos una prótesis de codo, pero también la inestabilidad o la pérdida de movilidad.

Generalmente sólo colocaremos una prótesis de codo en pacientes mayores y que no realicen actividades de esfuerzo.