El raquis o columna vertebral está constituido por cuatro zonas: el raquis cervical, el raquis torácico o dorsal, el raquis lumbar y el sacro-cóccix.
Si tenemos en cuenta que una de sus funciones fundamentales es la de proteger la médula espinal, las lesiones traumáticas que en ella se producen pueden acompañarse de secuelas neurológicas graves.
Asimismo, la columna cervical y lumbar son las que con más frecuencia se ven afectadas por problemas degenerativos (son las que mayor movilidad poseen).